La Reconquista española, generalmente pacífica debido a las capitulaciones, llevó al traslado de musulmanes a morerías y a la emigración de mozárabes al norte para integrarse en la sociedad cristiana. La crisis del siglo XIV, agravada por la Peste Negra, intensificó la intolerancia religiosa, usando a los judíos como chivo expiatorio del odio antirreligioso.